Este es el segundo post dedicado a la historia del jamón. Hoy vamos a conocer las apariciones del jamón en los distintos documentos históricos. El broche final lo pondremos con una colección de doce refranes populares e intemporales.
Pernac cerretanae
El jamón se conoce desde hace más de 2000 años. Los primeros documentos literarios donde aparece mencionado tanto el jamón como otros embutidos, es en la obra literaria de la Grecia Clásica, en concreto en una comedia de Aristófanes (444-384 a.C.), aquí su protagonista principal empuña un tarro del que salen chorizos.
Sin embargo, es durante la época del Imperio romano cuando aparecen más referencias al jamón. Los primeros escritos que mencionan la salazón de carne de cerdo aparecen a finales del siglo II a.C. y se refieren a las prácticas de conservación. Séneca (4 a.C. - 65 a.C. ) habla de los jamones de Hispania como uno de los alimentos que nutrían las mesas de los nobles romanos.
El jamón en la literatura
En la célebre obra de Miguel de Cervantes (1547-1616), Don Quijote, hay varias referencias al jamón, directas e indirectas. En un episodio, por ejemplo, leemos como Sancho, su escudero, dice: "¡Mirar si tiene puesto ya en sal mí amo al gigante! Lo tiene como a los cerdos en la matanza, que una vez matados se salan". En este caso no aparece directamente el jamón, pero si el proceso de salazón. En otro episodio puede leerse: "... a pesar de las malas mañas de la harona (pereza) y, al cabo de pocos días, envía a su casa algún pernil de tocino...". Se refiere, por el contexto, al jamón como un regalo con segundas a un juez, pues la preciada pata de "tocino" se utilizaba a menudo para comprar las voluntades de los poderosos.
También se alude a jamón en otra obra maestra de la literatura española, La Celestina, del dramaturgo Fernando de Rojas (1470 - 1541): "En casa llena presto se adereza la cena. De lo que hay en la despensa hasta para no caer en falta: pan, vino de Monviedro, un pernil de tocino, y más seis pares de pollos..."
Mucho mas tarde, en 1958, tuvo lugar una anécdota genial entre dos gigantes de la literatura hispana, Rafael Alberti y Nicolás Gillén. Era una época de vacas flacas para ambos. El primero estaba exiliado en Argentina huyendo de la dictadura española. El segundo acababa de llegar a Buenos Aires, con la ayuda del propio Alberti, huyendo a su vez de la dictadura machadista de Cuba. Como símbolo de agradecimiento, Guillén llevó un jamón a Alberti, y con él un soneto, al cual el poeta español respondió debidamente.
El jamón en la cultura popular
El jamón da mucho juego, ¡Y no solo en la mesa!. Me refiero a refranes, dichos, expresiones, citas... Los hay para todos gustos como verás a continuación.
Seguramente la expresión más popular es "¡Y un jamón", que nos sirve para expresar que aquello que oímos nos parece excesivo y no nos lo creemos. Tiene una variante, "un jamón con chorreras", pero esta se usa bastante menos. Otra expresión, por fortuna en desuso, es la exclamación "¡Jamona!"
para referirse a una mujer atractiva.
Además de las expresiones ya mencionadas, lo que más abunda en la cultura popular son los refranes. He aquí algunos:
"Allá me ponga el sol donde me den vino y jamón".
"Con jamón y buen vino, se anda mejor el camino".
"No compres cosas viejas que no sean vino, jamón o teja".
"Jamón y vino añejo estiran el pellejo".
"Agua poca y jamón hasta la boca".
"Al viajero, jamón, vino y pan casero".
"Jamón y porrón hacen buena reunión".
"Entre pueblo y populacho hay la misma diferencia que entre jamón y gazpacho".
"Jamón empezado pronto mediado; jamón mediado, pronto acabado".
"Mucho jamón para tan poco huevo".
"Quién toma vino y jamón no padece del corazón".
"Yo me atraco del jamón, y el envidioso sufre la indigestión".